El impacto que ha ocasionado el COVID – 19 en nuestros sistemas de salud es absolutamente innegable. Uno de sus efectos más conocido ha sido el uso e incremento de la asistencia sanitaria online. Ya en la propia gestión de la crisis y en la detección y gestión de los posibles casos de personas afectadas por el virus, se ha visto cómo el papel de la telemedicina ha sido vital.
Pero la medicina a distancia, potenciada por el desarrollo de los avances digitales, todavía adquiere una relevancia mayor, si pensamos en todas aquellas personas que sufren otras enfermedades y que, en tiempos del COVID-19, por miedo a posibles infecciones, se quedan en casa sin asistencia médica.
Así, un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología sobre el impacto de la crisis sanitaria en el tratamiento de los infartos en España, mostraba cómo durante la pandemia, las muertes por infarto incrementaron un 50%, debido a que los pacientes tenían miedo a ir al hospital y contagiarse.
Este miedo cada vez está más generalizado entre la población. Por ello, a la hora de contratar un seguro de salud privado, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta hoy es la asistencia médica online. Este sistema pone la tecnología al servicio de la salud, permitiendo que conectes con tus especialistas, a través del servicio de videoconsulta, estés donde estés.
Entre los servicios que incluyen este tipo de seguros están los programas de asesoramiento con videoconsulta, la puesta en marcha de chats médicos, búsqueda de facultativos por Alexa, el envío de medicamentos, la realización de pruebas a domicilio, la gestión de autorizaciones por whattsapp o un servicio de Urgencias 24 horas online.
Pero también, otros servicios novedosos como las nuevas apps de medición que permiten a los médicos realizar un seguimiento digital de los pacientes, gracias a la toma de datos y monitorización de su salud. Esto es especialmente relevante para aquellos pacientes que puedan sufrir ciertos riesgos patológicos, ya que permite a los facultativos implementar programas digitales preventivos que trabajan sobre la nutrición, actividad física o la salud emocional. El objetivo es ser capaces de evitar enfermedades futuras a los pacientes como problemas cardiovasculares, del aparato respiratorio, de movilidad, diabetes, colesterol, patologías alimenticias o enfermedades psicológicas, entre otras.
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